Mamá ya no vive en un glaciar

Pintura-retrato con técnica digital al óleo. Arte NFT.

La pintura que describe una conmovedora y encantadora representación de una pastelería peculiar y llena de narrativa. La artista Itzi Vang ha creado una escena que combina elementos entrañables y un toque de fantasía.

En la pintura vemos el interior de una pastelería, un lugar acogedor y lleno de vida. La habitación esta adornada con algunos objetos de estilo vintage, como una pareja de gatos azules de porcelana y muebles desgastados, lo que le da un aire nostálgico y encantador. Los tonos cálidos y neutros predominan en la paleta de colores, creando una sensación de calidez y familiaridad.

La escena se desarrolla en torno a una mesa donde se aprecian una variedad de pasteles y tartas exquisitamente decorados.  Las delicias dulces están dispuestas de manera tentadora, y los detalles en las decoraciones de azúcar y crema son vívidos y realistas, mostrando la habilidad de la artista para capturar la textura y los detalles minuciosos.

La peculiar familia que se observa está formada por dos niñas, un padre y una osa polar. La osa, con un parche en el ojo, es el punto focal de la pintura. Su mirada transmite un aire de valentía y determinación, a pesar de los desafíos que ha enfrentado al abandonar su hábitat natural. A través de la expresión de los personajes y los gestos, se siente el amor y la conexión que esta familia ha desarrollado.

La pincelada en óleo se aprecia en cada detalle de la pintura, dando una sensación de textura y profundidad a los elementos. Las pinceladas sueltas y visibles añaden un toque artístico y humano a la escena, haciendo que la pintura cobre vida ante los ojos del espectador.

Es una obra que evoca sentimientos de calidez, amor y la capacidad de encontrar un nuevo hogar y felicidad en medio de circunstancias inesperadas.